lunes, 5 de septiembre de 2011

La teoria del caos en las organizaciones...para reflexionar

TEORÍA DEL CAOS EN LAS ORGANIZACIONES
Por. Paula Andrea Sánchez arboleda


   Existen pequeñas situaciones predecibles desde el punto de vista pragmático que por sus variables se convierten en situaciones manejables y que de cierta manera pueden evitarse o corregirse; pero ¿qué pasa con aquellas situaciones que pasan muchas veces desapercibidas ante nuestros ojos y que de alguna manera desencadenan una serie de situaciones inesperadas y que pueden afectar de menor a gran medida el entorno que nos rodea? En términos teóricos “ se denomina Efecto Mariposa a la amplificación de pequeñas situaciones que pueden aparecer en el comportamiento de un sistema complejo, no importa que tan pequeñas sean las fuerzas en un sistema, éstas siempre tienen un efecto, a este fenómeno también se le llama teoría del caos.

Cada uno de los miembros dentro de una organización es importante y por lo tanto cada una de las acciones que éste genere puede influir en el complejo de la organización. Tendemos a menospreciar la influencia y la importancia que tienen las personas con menor rango dentro de una organización, pero si “el aleteo de una mariposa en Singapur puede generar una tormenta en Panamá”, ¿qué podría ocurrir con un empleado con mala actitud dentro de una organización?

Las altas directivas de las compañías tienden a preocuparse más por el producto que por las personas que producen dentro de su organización y no prestan atención ni tienen consciencia de lo que un pequeño detalle, comentario o acción pueden generar.  En cierta ocasión un colega salió del salón de clases en grado séptimo con mala actitud y le comentó al  docente que continuaba en ese grupo lo mal se habían comportado los niños y lo terrible que era dictar clase allí. Luego me correspondía a mi dictar clase en ese grado, estaba esperando afuera y cuando salió el compañero me miro y me dijo: “es terrible, es el peor grupo de este colegio, pobre de usted profesora, no se imagina lo que le espera”. Escuché sus palabras e inmediatamente me previne y tenía razón fue una de las peores clases que tuve con ese grupo, de igual forma yo hice el mismo comentario al siguiente docente y al final del día ese fue el tema de conversación en la sala de profesores, lo terrible que era dar clase en grado séptimo. Esto generó en la institución un gravísimo problema, se citó  a los padres de familia y al final nadie quería encargarse del grupo. El ambiente laboral empezó a tornarse negativo y se esparció por todo el colegio. Un día me levanté muy positiva y decidí que nada iba a cambiar eso. Me dije a mi misma, “hoy será un gran día, mis estudiantes aprenderán mucho y séptimo será diferente”, y así fue, las clases fueron muy buenas y el grupo problema del colegio dejó de serlo. Esto me dio pie para pensar, cuanto nos había influenciado un simple comentario de uno de los docentes. Si no hubiésemos prestado atención a sus comentarios y a su negativismo seguramente no se habría desencadenado semejante situación. De ahí que la diferencia dentro de las diferentes organizaciones radica en su cultura organizacional y sus relaciones interpersonales. Vista la cultura organizacional como “la relación interactiva o sistema de características que influencian las respuestas de una organización humana a su ambiente”.

La comunicación es esencial y de vital importancia dentro de las organizaciones y en nuestra vida cotidiana, todo lo que hagamos o digamos va a influir de una u otra manera en muchas situaciones  y en nuestro entorno, “gracias a la comunicación, el funcionamiento de las sociedades se posibilita y evoluciona, por lo que sin la capacidad de comunicación y su soporte informativo, es difícil dirigir con acierto y asegurar un buen futuro a una organización” (De Manuel, 2000).

Las organizaciones son un complejo compuesto por individuos, como dice María Teresa González “la cantidad de interacción y la calidad de la comunicación en los centros escolares están afectadas por características tanto individuales como organizativas”. Cabe anotar la importancia de trabajar en equipo, con miras a cumplir los objetivos y la misión de la organización.

En conclusión, todas las organizaciones deben aprovechar el maravilloso potencial de sus miembros, cada uno puede aportar para el buen desarrollo de los objetivos planteados por la organización, esos pequeños aportes como vimos en el ejemplo, enfocándolos por buen camino, pueden convertirse en grandes proyectos de mejora y expansión. La mejor estrategia es tener responsabilidad al emitir un juicio, pensar muy bien antes de hablar, tener una excelente comunicación con todos los grupos de la organización, trabajar en pro de conseguir los objetivos, crear un clima de confianza y libertad y jamás menospreciar a ningún miembro de la organización. Se deben reconocer, tanto las bondades como los peligros de la comunicación interpersonal, para crear estrategias que logren que las personas de cualquier organización trabajen hacia los mismos objetivos institucionales.


REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 
·         De Manuel, F. y Martinez-Vilanova, R. (2000). Comunicación y negociación comercial. España: ESIC
·         Elías, J y Mascaray, J. (2001). Más allá de la comunicación interna. La intracomunicación. España: Gestión 2000
·         Tristá, Boris. (1997). Cultura organizacional, culturas académicas. México.
·         Mtra- Ma de Lourdes minjares. Universidad de Madero, México, Puebla. Abril, 2007.

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